Preparación de archivos para su impresión
Un archivo adecuado evita errores de reproducción, ahorra tiempo de realización y garantiza la calidad del producto final.
En general, es aconsejable utilizar el formato de mapa de bits sólo para imágenes. La calidad de reproducción de ilustraciones y tipografías es óptima si su dibujo es vectorial.
El formato de archivo más utilizado en la actualidad en los procesos de preimpresión y el que aconsejamos es Acrobat PDF. Un archivo PDF mantiene el formato vectorial original de los elementos, al tiempo que puede incluir las tipografías originales y otros parámetros, por lo que su intercambio entre aplicaciones y plataformas diversas es altamente fiable. Además, los flujos de trabajo de la mayoría de las herramientas actuales de preimpresión están dirigidos hacia dicho sistema.
Como segunda opción, se pueden enviar los archivos en formato de mapa de bits (tif, jpg…). La fiabilidad de este tipo de archivos es máxima, aún mayor que la de los PDF, ya que un archivo en mapa de bits equivale a una imagen global, y no es necesaria gestión de tipografías ni archivos adjuntos. Los inconvenientes son dos: por una parte, el tamaño, que es mayor que el del PDF y puede dificultar su gestión y envío; por otra, la calidad de ilustraciones vectoriales y tipografías, que disminuye al ser interpretados como mapa de bits. Aun así, es un formato alternativo de elaboración sencilla y muy utilizado.
También se pueden enviar para su reproducción documentos elaborados en los principales programas de edición gráfica: InDesign, QuarkXPress, Illustrator o FreeHand. Lo que ocurre es que el intercambio de archivos entre distintos equipos y plataformas en estas aplicaciones no es tan fiable, por lo que el archivo en su programa original debe acompañarse de una prueba para su comprobación. Además, han de adjuntarse las tipografías e imágenes utilizadas, o bien convertir en trazados las primeras e incrustar estas últimas en el propio documento, si la aplicación lo permite. También puede darse el caso de que distintas versiones de la misma aplicación interpreten los mismos elementos de forma diferente.
En general, los archivos e imágenes deben estar en espacio de color CMYK, que es el utilizado de forma estándar por los sistemas de impresión profesional. Así evitamos sorpresas en el producto final. Muchos colores en espacio RGB no tienen equivalencia en CMYK, por lo que la apariencia visual en RGB puede diferir bastante con la impresión final.
A continuación ofrecemos unas pautas de las resoluciones estándar necesarias para los distintos tipos de impresión, aunque es preferible consultar con el proveedor para ajustar la calidad según sus directrices. Con estas pautas, tus archivos tendrán la calidad de impresión necesaria sin tener que lidiar durante horas con imágenes excesivamente grandes.
Resoluciones necesarias según el tipo de trabajo
• Archivos para imprenta convencional: 300 ppp.
• Archivos para impresión digital: 200 ppp.
• Archivos para internet: 72 ppp.
• Archivos para cartelería en alta resolución: la resolución a emplear en este tipo de archivos se calcula en proporción inversa a la distancia de visualización. En general, podemos seguir la siguiente tabla:
- Menos de 2 m: 100 ppp.
- Entre 2 y 5 m: 72 ppp.
- A mayor distancia: 50 ppp.
• Archivos para impresión en gran formato: como en la cartelería en alta resolución, depende de la distancia de visualización:
- Hasta 1 m: 70 ppp.
- Más de 1 m: 50 ppp.
- Más de 3 m: 40 ppp.
- Más de 10 m: 20 ppp.
- Más de 20 m: 10 ppp.
- Más de 30 m: 5 ppp.
Recuerda siempre que mayor resolución no significa mayor calidad. Lo único que se consigue con una fotografía a 1.200 ppp al 100% de tamaño es alargar los tiempos de ripeado y aumentar la posibilidad de errores.
En caso de tener que hacer un trabajo para distintas aplicaciones, hay que generarlo en la que necesite mayor resolución y luego adaptarlo al resto.
Recuerda también que los archivos vectoriales son independientes de la resolución.
Escala
La mayoría de los programas gráficos no permiten trabajar al tamaño real de impresión cuando la superficie tiene muchos metros cuadrados y, por lo tanto, es necesario realizar escalados. Sigue unas normas básicas: Una imagen colocada al 50% de su tamaño de impresión, deberá tener el doble de resolución de la necesaria a tamaño real. Y si se emplea al 10% su resolución deberá ser 10 veces mayor. Utiliza escalados sencillos. Mejor al 10% que al 13,27%.
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